Esta madrugada hemos conocido la cifra que la Federal Trade Commission ha impuesto a Youtube (filial de Google) por la recopilación de datos de menores para la elaboración de publicidad personalizada. Al parecer, la plataforma de vídeos hacía seguimiento de canales infantiles para ofrecer campañas publicitarias de productos, canciones… todo ello, sin permiso de los representantes legales. Un modelo de negocio que analizaba el comportamiento de niños y bebés, y que Youtube se negaba a reconocer.
Tras conocer la sanción impuesta, la cual asciende a 170 millones de dólares (154 millones de euros), Youtube ha anunciado que van a centrar sus esfuerzos en proteger la privacidad de los menores, eliminando cualquier práctica considerada como intrusiva y/o abusiva. Un cambio que se producirá a nivel global, y que afectará a muchos creadores de contenido, que utilizaban estos mecanismos para llegar a más público al difundir campañas.
No se trata de la primera polémica que sufre Youtube en el filtrado de vídeos a menores. Con anterioridad, el servicio había llegado a mostrar a niños, contenido que sobre cómo suicidarse, así como otras prácticas que podrían llegar a traumatizar a los más jóvenes, según indicaron diversos psicólogos.
¿Serán efectivos los cambios prometidos por el equipo de Google? Lo que queda, desde luego, es una duda razonable en el ambiente. Sobre todo teniendo en cuenta de que estamos hablando de un negocio especialmente lucrativo.
Proteger la privacidad de nuestros hijos e hijas es una tarea de suma importancia y responsabilidad.
