La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) acaba de emitir un informe para tratar de dar respuesta a una consulta planteada por parte de una universidad con relación a si deben comunicar datos relativos a las calificaciones, matrículas y becas a los progenitores que lo soliciten, cuando el alumno sea económicamente dependiente de sus padres o en otros supuestos determinados.
La AEPD entiende que cada caso es único y debe examinarse de forma particular. Partiendo de este punto, habrá que valorar qué prevalece, si el interés legítimo de quien solicita los datos, o el derecho de protección de datos del alumno a oponerse a dicha comunicación. En todo caso, habrá de existir una causa legitimadora que avale el tratamiento que se realice.
Podemos pensar que, cuando un alumno es mayor de edad para decidir sobre el tratamiento de sus datos personales, el consentimiento es la única causa legitimadora, pero hay excepciones. En el informe de la AEPD se detallan varias sentencias en las que los padres han tenido ese interés legítimo por el abono de una pensensión de alimentos y la necesidad de aportar esos datos como prueba en un procedimiento judicial para modificar o mantener dicha pensión.
La Sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de 4 de mayo de 2017, en el asunto C-13/16, había fijado tres requisitos acumulativos para que el tratamiento de datos personales resulte lícito: primero, que el responsable del tratamiento o el tercero o terceros a quienes se comuniquen los datos persigan un interés legítimo; segundo, que el tratamiento sea necesario para la satisfacción de ese interés legítimo y, tercero, que no prevalezcan los derechos y libertades fundamentales del interesado en la protección de los datos.
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