La integración de herramientas de inteligencia artificial como ChatGPT en las organizaciones va más allá de la simple adopción tecnológica; requiere de una política interna detallada que abarque desde la formación del personal hasta la concienciación sobre sus aplicaciones y límites.
En este contexto, ChatGPT se destaca como la herramienta de IA generativa más utilizada actualmente, superando a otras alternativas. La elección de la versión adecuada de ChatGPT es crucial para las corporaciones, buscando aquellas que ofrezcan mayores garantías para un uso seguro y eficiente.
Las versiones gratuitas de ChatGPT, como la 3.5 y la versión de pago ChatGPT 4, presentan restricciones significativas en su uso corporativo.
– La ausencia de un Acuerdo de Procesamiento de Datos (DPA) firmado por OpenAI limita su aplicación con datos personales.
– Los Términos de Uso no contienen ninguna obligación de confidencialidad para OpenAI.
– Se recomienda desactivar explícitamente el modo de entrenamiento de los modelos de OpenAI para evitar usos no deseados de los datos ingresados.
Por otro lado, versiones como ChatGPT Team y ChatGPT Enterprise, junto con la OpenAI API, ofrecen un marco de uso más seguro para las corporaciones.
– Incluye un DPA que regula el encargo de tratamiento de datos personales, por lo que es posible su uso con datos personales.
– Es posible su uso con datos confidenciales ya que los Términos de Uso contienen una obligación de confidencialidad para OpenAI.
– Estas versiones aseguran que OpenAI no utiliza los datos proporcionados para entrenar sus modelos, proporcionando una capa adicional de seguridad y privacidad para las empresas.
Este análisis subraya la importancia de una selección cuidadosa de la versión de ChatGPT adecuada a las necesidades y políticas de seguridad de cada organización. La tecnología de IA generativa ofrece potentes herramientas para la innovación corporativa, pero su implementación debe realizarse con un claro entendimiento de las implicaciones legales y de privacidad involucradas.
Por tanto, el uso de herramientas de inteligencia artificial dentro de las organizaciones implica ya no sólo disponer de una política interna de uso de herramientas de IA, formación y concienciación sobre su uso al personal etc., sino también conocer cuál es la herramienta, en su caso, más adecuada.
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