La inteligencia artificial está cambiando el mundo y la forma en la que percibimos la realidad. Con esta nueva tecnología es posible crear imágenes que no existen; clonar voces de personas a la perfección; componer canciones en segundos; escribir artículos con tan solo un click; desarrollar códigos informáticos a partir de una única frase; editar imágenes de forma profesional en apenas unos minutos… entre una infinidad de aplicaciones.
ChatGPT
ChatGPT es un sistema de conversación mediante Inteligencia Artificial de la empresa OpenAI capaz de mantener una charla con el usuario sobre temas complejos de manera natural. Esta herramienta ha revolucionado el mundo en los últimos meses, ya que parece no tener límites (ha aprobado, incluso, exámenes universitarios y oposiciones de medicina en EEUU, en una sesión experimental). De hecho, en las escuelas, los estudiantes lo están utilizando para realizar trabajos, lo que ha generado muchos problemas en la organización de los centros.
Si le preguntamos por una fórmula matemática, nos la resolverá. También puede crear guiones, libros… todo dependerá de las instrucciones detalladas que le demos. ChatGPT puede adaptar respuesta al contexto o requisitos que marquemos como usuarios, tales como el idioma, la extensión de la respuesta, o el «tono» de la misma.
Mientras que GPT-3.5, que ya impresionaba generando códigos, artículos y todo tipo de respuestas a partir de texto, GPT-4 es multimodal, por lo que admite imágenes para generar respuestas, y su base de información es miles de veces más amplia (y sigue entrenándose). De hecho, se estima que GPT-5 podría llegar a acercase mucho al razonamiento humano (potenciado por miles de millones de datos).
ChatGPT es una solución innovadora, pero todo ese poder tiene una contraparte peligrosa. No olvidemos que el sistema se nutre de la información que le proporcionamos. Por ejemplo, estos días ha saltado la noticia de unos ingenieros de Samsung, que haciendo uso de ChatGPT, volcaron datos confidenciales de código que ahora están en poder del sistema, y a los que otros usuarios pueden acceder.
Inteligencia Artificial generativa, ¿el fin de la realidad?
Google, Microsoft, Meta… las grandes tecnológicas se han sumado al desarrollo de la Inteligencia Artificial. No obstante, muchos expertos y líderes empresariales como Elon Musk han dado la voz de alerta sobre parar y repensar este tipo de tecnología para un uso ético y que no ponga en peligro la propia existencia humana (imaginemos que una aplicación de inteligencia artificial tiene acceso a un sistema informático público o de armas). De hecho, si bien Microsoft está integrando ChatGPT en sus aplicaciones (Teams, Word…), se han dado casos en donde la propia inteligencia artificial ha respondido con mentiras o frases sarcásticas, lo que demuestra que aprende por sí misma.
Con todo, en estos últimos meses hemos podido acercarnos, como usuarios «de a pie», a diversas herramientas de inteligencia artificial. Las más populares han sido las de OpenAI, que ha lanzado ChatGPT y DALL-E. DALL-E, se trata de una herramienta de inteligencia artificial que permite crear imágenes emulando fotografías, dibujos o pinturas sobre cualquier objeto, personaje o temática que se nos ocurra. Otra herramienta muy popular en este sentido es Midjourney. T
El peligro de la Inteligencia Artificial generativa es que hace cada vez más difícil distinguir qué es real y qué no. Ya se están clonando voces a la perfección para estafas y delitos sexuales, haciéndose pasar los delincuentes por madres, padres o hermanos de las víctimas. También se están utilizando imágenes generadas por inteligencia artificial para acciones de ciberbullying y chantajes.
La Agencia Española de Protección de Datos inicia una investigación e Italia prohíbe el uso de ChatGPT
En los últimos días Italia ha prohibido el uso de ChatGPT en su territorio por razones de seguridad. Alemania ya está está haciendo consultas al respecto, y la Agencia Española de Protección de Datos acaba de iniciar una investigación para valorar los riesgos reales sobre el tratamiento de datos de las personas.
Internet está siendo inundada también con canciones generadas por Inteligencia Artificial de cantantes interpretando letras que nunca han cantado. Aquí ya están entrando en juego los derechos de autor, además de la propiedad intelectual e industrial en otro tipo de aplicaciones que generan patentes y diseños utilizando datos de internet.
Desde luego, la legislación está muy por detrás de toda esta revolución tecnológica, por lo que las autoridades se han puesto a trabajar intensamente en ello.
Si vas a utilizar sistemas de inteligencia artificial en tu empresa, no dudes en ponerte en contacto con nosotros para valorar los riesgos y las posibles implicaciones legales.
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