Cuando hablamos de la desaparición del dinero en efectivo pensamos que es algo muy lejano, utópico, pero lo cierto es que está más cerca de lo que pensamos.
Después de la revolución que supuso la llegada de las criptomonedas, parece que los métodos de pago tradicionales también están evolucionando. Entonces, cabe preguntarse, ¿están las tarjetas de crédito, los pagos con smartphone, o los pagos con código quedando desfasados?.
En esta transformación han cobrado protagonismo los datos más personalizados (¿y seguros?) que existen, como son los datos biométricos. De hecho, ya se han empezado a desarrollar sistemas de reconocimiento facial y de identificación de iris para realizar pagos de forma instantánea. Pero aún es algo que se está ajustando y perfeccionando. Lo que verdaderamente está aquí es el pago con el reconocimiento de huella digital. Te contamos cómo, dónde y por qué.
Amazon ha empezado a probar tecnología punta basada en visión computacional y geometría profunda. La compañía considera que, además de las compras online, las compras físicas aún tienen un amplio margen de mejora. Parte este avance se vio en la presentación de Amazon Go, un modelo de supermercado tecnológicamente autogestionando que la empresa estadounidense abrió en Seattle. Se pretende que sea un prototipo de lo que será la compra de alimentos en el futuro. La idea es que el cliente puede pagar pasando su mano por un escáner (ni siquiera hace falta tocar la superficie). Un escáner que asocia la huella digital a la cuenta de crédito, para efectuar la transacción.
Amazon considera que los medios de pago tradicionales ya están desfasados, por lo que sigue avanzando en esta idea, y ya está extendiendo el pago con lectura biométrica de la palma de la mano a algunas oficinas que tiene en Nueva York para, por ejemplo, comprar los refrescos de las máquinas expendedoras.
Unos datos biométricos, recordemos, que se consideran especialmente protegidos por la legislación comunitaria en Protección de Datos, por lo que las compañías deberán de velar por los derechos de los usuarios en la gestión de esta información de carácter sensible; solicitando, entre otras cosas, el consentimiento expreso de los usuarios previa información del funcionamiento y condiciones del servicio.
Legislación vigente:
– RGPD [Reglamento (UE) 2016/679 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 27 de abril de 2016, relativo a la protección de las personas físicas en lo que respecta al tratamiento de datos personales y a la libre circulación de estos datos y por el que se deroga la Directiva 95/46/CE (Reglamento general de protección de datos)].
– LOPDGDD (Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y Garantía de los Derechos Digitales).